VIDA

¿Puede en verdad cualquiera
sentir que te posee
Si como nube viajera,
Pasas de aquí para allá,
Sin saber en verdad,
Cuándo un día te irás?

Si lo alto del misterio que te rodea
cubre de gloria a quien descubra
el más mínimo hallazgo,
sobre tu andar.
Dichosos quienes,
hacia tu arcano ya partieron,
en busca de lo supremo o del final.

¿He hecho contigo lo que debí?
¿Voy por el camino, que me trazaste?
¿O acaso no hay camino, sino el destino
Lo trazo con mis actos con mis tropiezos,
Forjándome día a día un caminar?

Dulce y amarga, solo tú puedes
hacerme reír, hacerme llorar,
ya tanto he escrito, tanto he sentido
tanto he extrañado, tanto he odiado,
tanto amor, tanta desdicha,
tanto buscar sin encontrar,
que de vivirte, ya estoy cansado
pero, a tu clímax, he de llegar.

Me Basta

Me bastan tus pisadas,
la ruta recorrida te nombra a cada paso
el monótono ruido de un café sin ti
cargado de nostalgias. Me basta
el breve devenir de gotas en la tarde
igual que en los mejores tiempos,
me bastan tus mejillas condenadas
a recorrer por siempre el anden de mi memoria.

Me basta la ventana al pie del río
tus palabras malgrabadas en mis sienes,
el polvo de las sabanas, el acertijo
que brota de un silencio inalterable.

Para recordarte escrita, enaltecida
me bastan los versos de otros tiempos,
cuadernos olvidados en tus aras,
archivados en un tiempo sin memoria.

Me basta tu vacío, tu celo inexistente
tu territorio sin ti, la huella
de tu espalda en el sillón,
el cadáver de un cigarro,
la falta de un pantalón
la carencia de tu cuerpo en mis pupilas.
Me basta todo para recordarte,
tan mía, tan cercana,
pedazo de quietud entre mis guerras,
absoluta y real, todo en mi vida.

05/2005

Llegó un amor...

Amor, en ti cae un rocío de agua clara
que baña con su néctar tu belleza.
Se fueron los días del feroz pasado
hoy doblan la esquina los recuerdos
y ríen en silencio las quimeras.

Sueño que despertó llorando
las noches fueron ráfagas de fuego
la ciudad pura penumbra, el cielo
una mentira larga, una sentencia
que enterró mi ser en el espanto.

Mas doblaron la esquina los recuerdos
hoy ríen en silencio las quimeras
fui feliz una vez aún lo recuerdo.
Hoy quiero desconfiar pero no puedo
ya me envolvió tu túnica de cuerpo.

¿Aliviarán tus manos mis heridas?
solo lo sabe Dios, yo me resigno
a vender mi alma a tus demonios
a enterrar con carne los despojos
del cruel ayer que acabó con todo.

Fui feliz una vez, aun lo recuerdo.