Por eso la libertad es mi puño alzado. Defiendo esa fuerza que nos impulsa a ser creativos a hablar, a desarrollar mecanismos, formas, modelos, prototipos, obras y toda clase de cosas que ahora hacen del mundo uno mejor. Defiendo el derecho a pensar libremente, con la conciencia como único censor del pensamiento propio, a decir lo que creemos sin miedo. Defiendo la libertad como una forma de respeto a la integridad ajena y de aceptación que cada ser es un mundo y que por ende es dueño y responsable de su vida y de sus acciones, Defiendo la libertad que nos dice que nuestro pensamiento puede ser compartido por otros, pero jamás impuesto por la fuerza a nadie. Defiendo la libertad como norma elemental de respeto entre individuos, como aceptación tácita de que somos iguales pero distintos y que nuestra imperfección natural nos hace falibles y por tanto proclives a nuevos cuestionamientos. Defiendo la Libertad para defender la vida y la propiedad.
Es esa mi bandera, la libertad, más allá de nombres y de ideologías.