Ojo, no soy un crítico de fútbol (mejor dicho no soy un crítico de nada) así que lo que voy a decir a continuación será puro fanatismo al mejor de los deportes.
España, miércoles 18 de abril del 2007, el Camp Nou se aprestaba a vivir un partido más, ya que el encuentro entre un Barça sin brillo y el getafe estaba sumido en la apatía. Un Barcelona que llevaba meses sin jugar bien, un Ronaldiño que no aparecía y que en este partido iba a estar ausente, eran buenos motivos para el pesimismo. Lo que no imaginaban aquellos quienes fueron al estadio, es que al minuto 29 iban a ser testigos de un gol superlativo, un GOL con mayúsculas, no exagero.
Messi toma el balón en su propia cancha y despide a dos contrarios cada uno con un caño (en mi país “galleta”), corre, un defensa le sale al paso pero un movimiento rápido le sirve para dejarlo en el camino, luego otro, nadie le alcanzó a cerrar el paso, por último el arquero que rendido ante el majestuoso movimiento de cintura de Messi no pudo más que ver caer su portería con un gol que llenó de pañuelos blancos el estadio del los azul grana.
Es imposible evitar las comparaciones, aquí sucede algo como un “deja vu” futbolero que trae del recuerdo inevitablemente al gol que el “dios de la diez” marcara contra Inglaterra en el estadio azteca alla por el año 86 la tarde soleada de un domingo de Junio. Y es que Leonel Messi aún no nacía cuando Diego Armando Maradonna hizo delirar a todo un continente con el gol que se grabaría en la posteridad como el mejor gol de todos los tiempos indiscutiblemente… hasta ahora. Alguien ha profanado el santuario de maradona.
El gol aún da la vuelta al mundo, las televisoras argentinas lo pasan a cada momento, es imposible que alguien se lo pierda. Los asistentes del Camp Nou ni siquiera abandonaban el estadio y el gol ya era el más buscado en Youtube. En España Messi ahora es “Messidona”, toda la prensa habla de él y de su gol, alguien expresó en una radio catalana: “Si Maradonna ve este gol seguro le dan de alta”, haciendo alusión al mal estado de salud en que se encuentro el Diego.
Y así una noche de miércoles el joven jugador del Barça catalán pasó a la historia como el creador del que sin duda es el mejor gol de lo que va del siglo XXI, este Messi que se perdió la fase final de la liga el año pasado por estar lesionado hoy nos demuestra que es ya no es una promesa sino todo un crack que vino para lucirse en un equipo lleno de estrellas, donde la figura de un pequeño jugador (1.60 m) esta dando la vuelta al mundo por su sencillez, su gran carácter pero sobre todo por la magia que derrocha con los pies.
