diciembre 06, 2010

Sí se puede EMELEC


No lo voy a negar, el domingo se me jodió con el segundo gol de Miller. Hsta el 1 a 0 era más fácil en el Capwell, ahora con dos arriba la Liga tiene el sartén por el mango. Sin embargo le tengo fé a mi equipo y no es una fe ciega, es  basada en la capacidad de un plantel que sabe como jugar y que jamás en este campeonato ha jugado a encerrarse o a calcular sino que ha sabido buscar el resultado con juego (y lo demostró en la primera final) pues siempre busca el arco contrario, además, ¿qué hinchada seríamos si nos damos por muertos desde ya?

!el próximo domingo a dejar la vida en la caldera!

diciembre 05, 2010

Mi bandera



Confieso que hace mucho tiempo  estuve entusiasmado con el socialismo. Pensaba que sus nobles intenciones eran las que un día iban a ser cambiar el mundo, sobre todo después de leer ese libro adoctrinador de juventudes que tanto daño le ha hecho a Latinoamérica envenenando mentes y torciendo pensamientos. Estoy hablando de "las venas abiertas de América latina" de Eduardo Galeano, auténtico monumento al victimismo y al conformismo que por décadas ha infundido ideas  falsas o exageradas sobre nuestra historia, hipotecando así nuestro futuro. 

Con el paso del tiempo comprendí  que  el socialismo no solo que era un sistema caduco y fracasado (que casi siempre es defendido por sus partidarios usando sus ideales e intenciones, mas no sus resultados), sino que además  había servido de excusa para las peores atrocidades cometidas por gobernantes y líderes que condenaron a sus pueblos al hambre a la represión y al progresivo arrebatamiento  de las libertades  individuales  por parte del Estado

Escudriñando libros pude dame cuenta, luego, que la historia del hombre es la historia de la lucha por el poder y la conquista, siempre comandadas y ordenadas por hombres sedientos de tener más, de abarcarlo todo. Desde los imperios antiguos que luchaban por expandir su territorio y sus conquistas, hasta las guerras desatadas por dinero, conflictos raciales o religiosos o por un simple capricho totalitario; no son más que consecuencias de lo mismo, la lucha por el poder o la lucha de unos por imponerles a otros sus costumbres, religiones o cualquier otra forma de pensamiento. Por eso vemos a gobiernos de ideologías distintas seguir el mismo libreto marcado por la Historia: disputas por el poder y la supremacía.

Fue con el pasar del tiempo y de las lecturas que descubrí que la libertad, tan poco valorada en nuestra América mestiza, es la clave para dejar atrás siglos y siglos de atropellos y conflictos y además representa el mejor mecanismo para progresar y sacar de la pobreza a nuestros tan golpeados países. La libertad individual -misma que no es dada por nadie, ni por las leyes ni por los Estados, sino que es inherente al ser humano, así como la vida- cuando es respetada por todos los ciudadanos (cuando le reconocemos a nuestros semejantes su libertad, siempre que no viole nuestros derechos) y sobre todo por el Estado y los que gobiernan, se transforma en una fuerza impulsadora de toda clase de eventos creativos que llevan inevitablemente al progreso.

Hay ahora y siempre ha habido quienes pretenden socavar la libertad individual. Antes, los esclavistas, mercaderes de vidas humanas manejando los destinos de personas que les pertenecían, ahora, Estados totalitarios que pretenden controlar cada parte de nuestras vidas y decidir por nosotros lo que consideran ellos que no podemos decidir  por ignorancia o quien sabe por qué. Han existido siempre quienes nos sometan de una u otra forma, ayer esclavistas, monarquías omnipotentes o  señores feudales, hoy, mandatarios que pretenden dirigir nuestras vidas desde la comodidad de sus escritorios quitándonos incluso lo que nos pertenece.

Por eso la libertad es mi  puño alzado. Defiendo esa fuerza que nos impulsa a ser creativos a hablar, a desarrollar mecanismos, formas, modelos, prototipos, obras y toda clase de cosas que ahora hacen del mundo uno mejor. Defiendo el derecho a pensar libremente, con la conciencia como único censor del pensamiento propio, a decir lo que creemos sin miedo. Defiendo la libertad como una forma de respeto a la integridad ajena y de aceptación que cada ser es un mundo y que por ende es dueño y responsable de su vida y de sus acciones, Defiendo la libertad que nos dice que nuestro pensamiento puede ser compartido por otros, pero jamás impuesto por la fuerza a nadie. Defiendo la libertad como norma elemental de respeto entre individuos, como aceptación tácita de que somos iguales pero distintos y que nuestra imperfección natural nos hace falibles y por tanto proclives a nuevos cuestionamientos. Defiendo la Libertad para defender la vida y la propiedad.

Es esa mi bandera, la libertad, más allá de nombres y de ideologías.