mayo 26, 2009

Tumbas de la Gloria



Fito Páez, como un elegido por los dioses musicales, nos trae música con substancia. El hombre que ha sufrido y ha aprendido de los golpes puede contarlos y cantarlos sin perder lo artístico en el intento de transmitir vivencias. Ojalá disfruten de esta canción así como la disfruto yo:

Tumbas de la Gloria

Tu amor abrió una herida
porque todo lo que te hace bien
siempre te hace mal;
tú amor cambió mi vida como un rayo
para siempre, para lo que fue y será.

La bola sobre el piano la mañana aquella
que dejamos de cantar
llegó la muerte un día y arrasó con todo
todo, todo, todo un vendaval
y fue un fuerte vendaval.

Algo de vos llega hasta mí
cae la lluvia sobre París
pero me escapé hacia otra cuidad
y no sirvió de nada
porque todo el tiempo estabas dando vueltas
y más vueltas que pegue en la vida para tratar de reaccionar;
un tango al mango revoleando la cabeza como un loco
de aquí para allá, de aquí para allá.

Después vinieron días de misterio y frío,
casi como todos los demás
lo bueno que tenemos dentro es un brillante
es una luz que no dejare escapar jamás.

Algo de vos llega hasta mí
cuando era pibe tuve un jardín
pero me escapé hacia otra ciudad
y no sirvió de nada porque todo el tiempo estaba yo en un mismo lugar
y bajo una misma piel y en la misma ceremonia

yo te pido un favor, que no me dejes caer en las tumbas de la gloria.

mayo 25, 2009

Teorías porcinas

Niño que dio origen a la gripe porcina

Los ecuatorianos no estamos enfocando bien nuestros miedos. Si bien es cierto la gripe marrana puede matar (solo si no se trata a tiempo) y es válido todo esfuerzo que se haga para no hacer de la epidemia algo horrendo, también sería bueno que nos sentáramos a pensar si después de algunos años esta gripe no será simplemente una cosa más como los chuchaquis o las jaquecas y que su remedio lo vendan en cualquier esquina o tienda sin receta médica (Finalin porcino, dos comprimidos y dígale adiós a las marranadas).

Más miedo tengo de la inseguridad en las calles, de la falta de empleo, de que me obliguen a ver una cadena sabatina del presi (enterita), del hambre, pero de la gripe porcina, no.

Y esto no es porque me crea inmune o porque tenga un cargamento de tamiflu en el sótano, sino que simple y sencillamente decidí enfocarme en cosas más sustanciales que en aterrorizarme por la gripe A.

Hablando de la gripe porcina, me pongo a pensar en mi terruño. Conozco a mucha gente de mi pueblo que ha tratado con puercos (chanchos) siempre y a ellos no les cae ni caspa, peor una gripe AN1H1. Esto alimenta mi teoría que este virus no fue una mutación natural sino toda una estrategia humana.

No digo más...

mayo 19, 2009

A la izquierda del roble

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
en el que uno puede sentirse árbol o prójimo
siempre y cuando se cumpla un requisito previo.
Que la ciudad exista tranquilamente lejos.

El secreto es apoyarse digamos en un tronco
y oír a través del aire que admite ruidos muertos
cómo en Millán y Reyes galopan los tranvías.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico siempre ha tenido
una agradable propensión a los sueños
a que los insectos suban por las piernas
y la melancolía baje por los brazos
hasta que uno cierra los puños y la atrapa.

Después de todo el secreto es mirar hacia arriba
y ver cómo las nubes se disputan las copas
y ver cómo los nidos se disputan los pájaros.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
ah pero las parejas que huyen al Botánico
ya desciendan de un taxi o bajen de una nube
hablan por lo común de temas importantes
y se miran fan ticamente a los ojos
como si el amor fuera un brevísimo túnel
y ellos se contemplaran por dentro de ese amor.

Aquellos dos por ejemplo a la izquierda del roble
(también podría llamarlo almendro o araucaria
gracias a mis lagunas sobre Pan y Linneo)
hablan y por lo visto las palabras
se quedan conmovidas a mirarlos
ya que a mí no me llegan ni siquiera los ecos.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero es lindísimo imaginar qué dicen
sobre todo si él muerde una ramita
y ella deja un zapato sobre el césped
sobre todo si él tiene los huesos tristes
y ella quiere sonreír pero no puede.

Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico

ayer llegó el otoño
el sol de otoño
y me sentí feliz
como hace mucho
qué linda estás
te quiero
en mi sueño
de noche
se escuchan las bocinas
el viento sobre el mar
y sin embargo aquello
también es el silencio
mírame así
te quiero
yo trabajo con ganas
hago números
fichas
discuto con cretinos
me distraigo y blasfemo
dame tu mano
ahora
ya lo sabés
te quiero
pienso a veces en Dios
bueno no tantas veces
no me gusta robar
su tiempo
y además está lejos
vos estás a mi lado
ahora mismo estoy triste
estoy triste y te quiero
ya pasarán las horas
la calle como un río
los árboles que ayudan
el cielo
los amigos
y qué suerte
te quiero
hace mucho era niño
hace mucho y qué importa
el azar era simple
como entrar en tus ojos
dejame entrar
te quiero
menos mal que te quiero.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero puedo ocurrir que de pronto uno advierta
que en realidad se trata de algo más desolado
uno de esos amores de tántalo y azar
que Dios no admite porque tiene celos.

Fíjense que él acusa con ternura
y ella se apoya contra la corteza
fíjense que él va tildando recuerdos
y ella se consterna misteriosamente.

Para mí que el muchacho está diciendo
lo que se dice a veces en el Jardín Botánico

vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
sólo de a ratos parecía
que iba a vivir
que iba a vencernos
pero los dos fuimos tan fuertes
que lo dejamos sin su sangre
sin su futuro
sin su cielo
un niño muerto
sólo eso
maravilloso y condenado
quizá tuviera una sonrisa
como la tuya
dulce y honda
quizá tuviera un alma triste
como mi alma
poca cosa
quizá aprendiera con el tiempo
a desplegarse
a usar el mundo
pero los niños que así vienen
muertos de amor
muertos de miedo
tienen tan grande el corazón
que se destruyen sin saberlo
vos lo dijiste
nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto
y qué verdad dura y sin sombra
qué verdad fácil y qué pena
yo imaginaba que era un niño
y era tan sólo un niño muerto
ahora qué queda
sólo queda
medir la fe y que recordemos
lo que pudimos haber sido
para él
que no pudo ser nuestro
qué más
acaso cuando llegue
un veintitrés de abril y abismo
vos donde estés
llevale flores
que yo también iré contigo.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero el Jardín Botánico es un parque dormido
que sólo despierta con la lluvia.

Ahora la última nube a resuelto quedarse
y nos está mojando como alegres mendigos.

El secreto está en correr con precauciones
a fin de no matar ningún escarabajo
y no pisar los hongos que aprovechan
para nadar desesperadamente.

Sin prevenciones me doy vuelta y siguen
aquellos dos a la izquierda del roble
eternos y escondidos en la lluvia
diciéndose quién sabe qué silencios.

No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes
pero cuando la lluvia cae sobre el Botánico
aquí se quedan sólo los fantasmas.

Ustedes pueden irse.
Yo me quedo.
Mario Benedetti
Un pequeño homenaje a Mario Benedetti, fallecido el domingo pasado en Uruguay.

mayo 14, 2009

Las cosas que no escribo

La ventana a un lado de mí esta muda. No dice nada, solo proyecta personas al otro lado, carros, animales y cosas que se mueven pero que no hacen ningún ruido. El silencio al que me he acostumbrado cuando cierro los vidrios es ruin, por un lado me esconde del mundo y por otro me obliga a divagar, a alejarme de la realidad.

Así, mientras descargo la última temporada de Lost, ojeo algunos blog y anoto cosas que creo relevantes, me doy cuenta que no he escrito nada nuevo en este espacio. Y esto es algo que me preocupa, no por la entendible necesidad de reconocimiento o algo así, simplemente porque amo escribir, y cuando me siento frente al computador con mil temas en la cabeza, siempre sucede algo que me aleja y termino enredado en mis propias ideas y confundido en mis propias incertidumbres existenciales. Si lo acepto, esto último no viene al caso, pero el hecho es que me preocupa cuando, por los motivos que sea, no puedo hacer un post.

Siendo honestos, he querido escribir de muchos temas últimamente. Por ejemplo quise escribir mi opinión acerca de aquella operación (show) que el gobierno montó con la "venta" del hotel ramada a los empleados del mismo hotel, pero cuando lo iba a hacer simplemente no lo hice. Quise escribir sobre El descubrimiento de un centro de cómputo supuestamente clandestino donde se procesaba información electoral, y no lo hice por simple y llana pereza.

Podría nombrar muchos temas, y también podría tratar de explicar por qué siempre termino escribiendo cosas como estas, pero prefiero terminar este párrafo aquí.

Regreso pronto, como decían unos blogueros que ya no bloguean, voy a un blog aquí a la vuelta.

Saludos.