mayo 14, 2009

Las cosas que no escribo

La ventana a un lado de mí esta muda. No dice nada, solo proyecta personas al otro lado, carros, animales y cosas que se mueven pero que no hacen ningún ruido. El silencio al que me he acostumbrado cuando cierro los vidrios es ruin, por un lado me esconde del mundo y por otro me obliga a divagar, a alejarme de la realidad.

Así, mientras descargo la última temporada de Lost, ojeo algunos blog y anoto cosas que creo relevantes, me doy cuenta que no he escrito nada nuevo en este espacio. Y esto es algo que me preocupa, no por la entendible necesidad de reconocimiento o algo así, simplemente porque amo escribir, y cuando me siento frente al computador con mil temas en la cabeza, siempre sucede algo que me aleja y termino enredado en mis propias ideas y confundido en mis propias incertidumbres existenciales. Si lo acepto, esto último no viene al caso, pero el hecho es que me preocupa cuando, por los motivos que sea, no puedo hacer un post.

Siendo honestos, he querido escribir de muchos temas últimamente. Por ejemplo quise escribir mi opinión acerca de aquella operación (show) que el gobierno montó con la "venta" del hotel ramada a los empleados del mismo hotel, pero cuando lo iba a hacer simplemente no lo hice. Quise escribir sobre El descubrimiento de un centro de cómputo supuestamente clandestino donde se procesaba información electoral, y no lo hice por simple y llana pereza.

Podría nombrar muchos temas, y también podría tratar de explicar por qué siempre termino escribiendo cosas como estas, pero prefiero terminar este párrafo aquí.

Regreso pronto, como decían unos blogueros que ya no bloguean, voy a un blog aquí a la vuelta.

Saludos.

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