noviembre 22, 2011
7 mil millones de humanos
El pasado 31 de Octubre, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas, nació el habitante número 7 mil millones. Fue una niña filipina llamada Danica May.
A inicios de esta era, la población mundial bordeaba los 200 millones de habitantes. Jesús había sido crucificado y el mundo occidental era una mezcla de guerras religiosas, enfermedades y hambrunas. Para el año 1000, en plena edad media, la población había aumentado apenas a 310 millones, el mundo para entonces era una guerra eterna propiciada por conquistadores sedientos de tierras y siervos, la esclavitud campeaba, las enfermedades mataban a millones y el conocimiento y el progreso era privilegio de unos pocos. Al paso de los próximos mil años, en el 2000, las personas en el mundo llegamos a 6070 millones y ahora, apenas hace unos días alcanzamos ya los 7 mil millones de humanos habitando el planeta Tierra.
La meta de toda sociedad civilizada, supongo, es heredar a los que quedan un mundo mejor que el que heredamos de nuestros padres, pero, ¿es el mundo de hoy, mejor que el que vivieron nuestros antepasados? Sí, definitivamente. La situación actual es mejor que la de hace 200 años. Básicamente nuestra generación heredó una sociedad más libre, un mundo con equidad de género (recordemos que hace poco menos de 100 años las mujeres no tenían derecho al voto, entre otras prohibiciones absurdas) con mayor acceso del ciudadano común a la información y a vías de expresión y comunicación, un mundo donde se han extinguido ya cientos de enfermedades que antes aniquilaban millones, un mundo que ya ha abolido la esclavitud, un mundo sin monarquías opresoras, un mundo donde el conocimiento está al alcance de un clic y donde los derechos más básicos están garantizados por leyes supranacionales en casi todos los países del globo. Definitivamente nacimos en un tiempo mucho mejor que en el que vivieron nuestros tatarabuelos hace 200 años. Por eso es bueno ser consientes del momento Histórico que nos tocó vivir y sabernos afortunados.
Sin embargo los retos ahora son otros. En un mundo de 7 mil millones de habitantes, los desafíos son ganarle la batalla al hambre y a la miseria mundial. ¿Cómo lograrlo? Políticamente los gobiernos de distintas partes del mundo tienen recetas varias. Personalmente creo que el trabajo libre con ingenio y creatividad así como la solidaridad (no impuesta) son la base para superar los males actuales. Sin olvidar también que la familia sigue siendo el eje de una sociedad cada vez más numerosa. El reto principal ahora está planteado y este es mejorar el mundo que recibimos para entregar uno mejor a nuestros hijos y a las nuevas generaciones. ¿Qué estás haciendo tú para lograrlo?
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