Era un lunes frío en Guayaquil, las cercanas farolas amarillas que desde mi ventana miraba titilar, solo lo hacían parecer más triste.
Estaba escondido atrás de mi computador resguardandome de el caos exterior, mi mente volaba hacia adelante, trataba de verme a mi mismo después de 10 años que sería de mi vida, ¿estaría mejor? ¿habría para entonces logrado mis objetivos? no lo sabía.
Entonces pensé en cuanto me estoy esforzando por conseguir lo que quiero, ¿lo estoy haciendo bien? ¿estoy arriesgando lo suficiente? era un mar de preguntas. Siempre he pensado que la vida es para los que arriesgan, que nadie gana si no ha arriesgado lo suficiente y que muchas veces el temor a equivocarnos nos impide intentar y arriesgarnos a hacer realidad nuestras metas.
He sido particularmente temeroso de los cambios, antes me asustaba el cambiar de entorno, no solo por el miedo a fracasar sino simplemente por el miedo a cambiar algo a lo que ya me había acostumbrado, pero hoy me he dado cuenta que el equivocarse es parte importante de el éxito.
Esa misma noche busqué en la web una vieja reflexión que recordaba escazamente, con suerte la encontré, inmediatamente después de leerla comprendí que aún falta mucho
"El error mas grande lo cometemos, cuando, por temor a equivocarnos,
dejamos de arriesgar en el viaje hacia nuestros objetivos.
No se equivoca el río cuando, al encontrar una montaña en su camino, retrocede para seguir hacia el mar; se equivoca el agua que por temor a equivocarse, se estanca y se pudre en la laguna.
No se equivoca la semilla cuando muere en el surco para hacerse planta; se equivoca la que por no morir bajo la tierra, renuncia a la vida.
No se equivoca el hombre que ensaya distintos caminos para alcanzar sus metas; se equivoca aquel que por temor a equivocarse, no acciona.
No se equivoca el pájaro que ensayando el primer vuelo cae al suelo; se equivoca aquel que por temor a caerse renuncia a volar permaneciendo en el nido.
Se equivocan aquellos que no aceptan que ser hombre es buscarsea si mismo cada día, sin encontrarse nunca plenamente
Al final del camino no nos premiaran por lo que encontremos, sino por aquello que hayamos buscado honestamente
Al final del camino no nos premiaran por lo que encontremos, sino por aquello que hayamos buscado honestamente
No hay comentarios:
Publicar un comentario