Empezó el circo

Y había una vez un país que tenía un circo que se llamaba congreso, cuyos payasitos se hacían llamar Honorables, pero que en vez de risa causaban indignación y rabia.

¿Es tanto así? SI.

Apenas asumidos sus cargos, los diputados se encargaron de armar una mayoría “anticonstituyente” cuya finalidad es truncar toda posibilidad de instaurar la tan polémica asamblea.

Esta mayoría compuesta por el PRIAN, el PSC y Sociedad Patriótica ya ha dado muestras de que están dispuestos a saltarse cualquier procedimiento con tal de hacer frente a las intenciones del presidente Correa, para muestra basta ver la descalificación de Ximena Bohórquez e Irina Vargas de PSP por el solo hecho de haber querido desafiliarse de su partido y aliarse a la propuesta de Rafael Correa.

La destitución de las ahora ex diputadas se hizo en cuestión de días, con una rapidez y seguridad que asombran, obviando los procedimientos adecuados establecidos para tal situación, negando incluso el legítimo derecho a la defensa de las diputadas.

Pero lo que más preocupa es el hecho en que se fundamenta esta destitución. Según el código de “ética” del congreso los diputados no pueden realizar votos personales ni apartarse de las directrices del partido. Esto los convierte en marionetas, en peleles. Y cual es el castigo para quien ose pensar diferente al líder de su tienda política? las destitución. Siendo así valdría preguntarse: Entonces ¿para que diablos elegimos a 100 diputados que no van a pensar por si mismo sino que van a estar sujetos a que otros piensen por ellos?

Así marcha este circo que dice ser capaz de hacer reformas a la constitución pero que no lo demuestran. Ayer la mayoría ya se repartió el Tribunal Supremo Electoral. Pensemos por un momento qué tan lógico resulta que una mayoría de diputados designe a gente cercana para dirigir una estancia tan importante como el TSE, ¿no sería como poner al ratón a cuidar el queso? ¿No es más adecuado que sea gente sin afiliación política alguna la que conforme la directiva de este órgano encargado de la tarea democrática de elegir?

No quiero ser pesimista, no me gusta serlo, pero tampoco me gusta alimentar falsas esperanzas. Con estos señores es difícil pensar en un buen futuro. No quieren constituyente? ok entonces explíquennos a quienes los elegimos qué camino tomaran para las reformas si no hay constituyente.

Personalmente nunca creí que la asamblea sea la solución para los problemas del país, pero entre este circo y la constituyente prefiero la segunda opción. Ya veremos que pasa el lunes cuando Rafael Correa tome posesión como presidente del Ecuador, quizá el espectáculo este recién por empezar.