mayo 05, 2007

TERNURA

Como pudiera entregarte la vida
de mi vida y de sus restos,
que de mí, y de mis todos,
no quede nada, ni un cabello
que no conozca la bondad
de tu ternura.

Como pudiera tu dulzura no matarme
ni todos tus desdenes encenderme,
que tus plantas son péndulos crecientes
que marcan mis senderos y mis marchas.

Tan gris, tan bella, como puedo amarte
sin prolongar mis días y mis bienes
como pasar por ti sin derrumbarme
sin encontrar tu nombre en cada estrella.

A donde vayan siempre tus pisadas
allá me llevará mi amor silente,
y a donde tu ansiedad abra sus brazos
te seguirán mis cuitas y mis versos.

Que pobre la sentencia de mi canto
quizá el amor de hombre no me alcance
haré mi propio idioma y mi lamento
y buscaré un amor más grande y hondo.

Deja, mi bien, llevarte a donde no
hay nada más que tú y tus cabellos
negros como una noche en miniatura
donde no existen tiempos ni esqueletos.

Donde el poeta muere entre sus letras
y no hay más verdad que sus momentos
donde tú eres las alas y los vientos
del vuelo sutil de sus canciones.




Escrito algún día del mes de Abril del 2007.

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