Ilustración de Alberto Montt
Tomada de http://www.memiliano.com.ar
El asunto tiende a ser complejo y nos ubica siempre en terrenos del “bien común” o “bien público¨o “lo que le conviene a la mayoría" (aunque siempre hay quien dice por “por el bien de la sociedad”, como que si la sociedad fuera una vieja enfermiza a la que hay que salvar) sin embargo vale la pena decirles por qué carajos creo que la ley no debe regular la moral o pretender inmiscuirse en la vida privada de las personas.
Partamos de algo simple: Las personas no somos todas iguales, tenemos distintas personalidades y formas de ser, venimos de distintos lugares y no todos tenemos el mismo patrón de conducta. Nuestras costumbres,gustos y hábitos son adquiridos conforme crecemos de acuerdo a distintos factores que no valen la pena comentar ahora. Lo que quiero que se observe es que somos distintos, que esa es nuestra naturaleza y que ésta nos obliga a ser respetuoso ante la diversidad y ante la gama de gustos, preferencias, personalidades, costumbres y cualquier tipo de rasgo que identifique a cada uno de nosotros.
Si entendemos y aceptamos lo anterior y a eso le sumamos el hecho de que por más buena y beneficiosas que creamos que son nuestras conductas, no tenemos ningún derecho a IMPONÉRSELAS A OTROS por la fuerza; tenemos que ninguna ley destinada a cosas tan absurdas como reducir el consumo de alcohol, reducir el consumo de tabaco, tiene justificación moral pues pretenden imponer a unos los estilos de vida de otros en nombre del bien común. Por ejemplo, yo no bebo, y mi consumo de tabacos no pasa de 1 al día. ¿debo por esto legislar para que no se tome los domingos o para que se limite el consumo de cigarrillos? absurdo.
La moral es individual, al igual que la virtud. No se debe (y en realidad tampoco se puede) imponer la moral en un código de ley, así como tampoco puede hacerse que la gente sea solidaria obligándola. Es decir ¿Quién es solidario en verdad? el que paga impuestos bajo amenaza de que si no lo hace irá preso, o el que por voluntad propia destina parte de su patrimonio para obra social o para ayudar a los demás?. ¿Quién es realmente una persona considerada?, el que fuma en lugares abiertos porque sabe que a no todos les gusta el humo, o el que fuma en lugares abiertos porque sabe que si no lo hace lo multan? y quizás la pregunta más importante: ¿Tiene derecho una persona a dictar normas de comportamiento a otra? Yo creo que no. Quizás la civilidad puede lograrse con acuerdos voluntarios.
Ayn Rand decía “un 'mandamiento moral' es una contradicción en los términos. Lo moral es lo escogido, no lo forzado; lo comprendido, no lo obedecido. Lo moral es lo racional, y la razón no acepta mandamientos" y yo lo suscribo, al menos desde mi punto de vista me parece que no es tarea de gobierno alguno decirle a un grupo de personas cómo vivir, qué hacer o no hacer. Primero porque no está entre sus deberes, segundo porque es inútil, al final las personas terminamos haciendo lo que queremos a pesar de todo. Pasa igual con la virtud: no eres solidario porque pagues tus impuestos o porque des el 15% de tus ganancias anuales a tus empleados, de la misma forma que un niño no es generoso solo porque la mamá lo obliga a prestar sus juguetes al vecino.
¿A qué va todo esto? pues, como dije al principio, que no creo que ningún político, presidente o gobierno deba dictar normas de comportamiento a la sociedad, y aunque crea que ciertos impuestos son necesarios, no creo que deban ser excesivos y –por un mínimo de decencia- no deben ser derrochados por nadie. La ley no determina si algo es justo no, menos aún tiene capacidad de determinar lo moral o lo virtuoso. Al final ésos son valores inherentes al Ser, propios del individuo, no de “la sociedad” ni del “pueblo”. Y no digo más por ahora.