Supongo que la clave es no pensar en caminos que lleven a algún lado y no pensar y repensar cada punto y cada coma de lo escrito sino hasta que todo tenga una coherencia propia, una coherencia que creamos interesante.
Mirar desde adentro y narrar, o ser un espectador de la secuencia de hechos y narrar es asunto de preferencias. Los tiempos y el yo son asuntos de creatividad e imaginación, ninguno de estos parámetros obedece a algo premeditado, todo es cuestión de imaginación,transportación y empatía.
"Tu me miras, Yo te miro y a cambio de unos segundos de paz te ignoro. Dejo caerla mirada mientras tú, quizás, te resignas a pasar otro día más de indiferencia. Nos hemos acostumbrado a este encierro alevoso del destino, a esta monotonía reconocida y no resuelta porque nos da pereza resolver y porque preferimos evitarnos. A veces duele hasta ese te amo que brota cada noche de tu boca: sabe a hollín, a tiempo que no pasa en vano, a almohada sin respuestas, o a cualquier cosa, menos a pasión."
Narrar es un acción que no comprendo del todo, a menudo me encierro en las historias que me nacen de algún lado pero que no llegan a ningún lado, sucumben ante el mínimo temor y se pierden cabeza adentro.
"El sábado muere lentamente, la tarde avanza y una lluvia impropia de Julio martilla el vidrio de las ventanas. No se ha visto nunca por estos lugares una lluvia en Julio, pero aquí está. Una mujer mira la ventana como queriendo mezclarse entre el agua y la tarde que muere. Las calles de esta ciudad son lo que siempre han sido: un caos. La basura se mezcla con el agua que corre hacía los sumideros y tapona los surcos, muy pronto toda la avenida Manzano es una piscina donde los autos pasan levantando oleadas de lluvia y basura."
Necesito envolverme en lo que narro, levitar mientras formo oraciones y desarrollo ideas, trazar un un mundo donde la ficción y la realidad sean uno solo.
Narrar aún me es esquivo, no sé por cuanto tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario