
Will Smith siempre ha sido un actor simpático en cada una de sus películas, recuerdo sus comienzos en la serie que lo hizo famoso “El príncipe del rap” ya evidenciaba su carácter llevadero y sus grandes dotes de actor, particularmente me gusta mucho su trabajo y estuve de acuerdo con la academia cuando lo nominaron al Oscar por “Alí”, siempre creí que ésta era su mejor actuación hasta que ví “The pursuit of happyness”.
¿Qué harías si un día te encuentras sin dinero, sin departamento, y tu única esperanza es vender unos aparatos médicos que los hospitales no quieren comprar porque los consideran un lujo costoso e inútil? Esta era la situación de Christopher Gardner con un agravante más: él no estaba solo, tenía a su hijo a cargo.
“The pursuit of happyness” es un film basado en una historia real, la historia de Christopher Gardner, un hombre que nunca se dio por vencido a pesar de las circunstancias desfavorables que pesaban en su contra. Un día notó el éxito que se podía llegar a tener como corredor de bolsa y se creyó capaz de alcanzarlo a pesar de no tener preparación académica y a pesar de que su entorno no era el mejor, su esposa lo había abandonado, había perdido su auto por las continuas multas de tránsito, y el dinero no le alcanzaba.
Bueno para las matemáticas desde niño, Chris encontró la manera de asombrar a un ejecutivo de una gran empresa financiera de una forma intrépida y un tanto casual, cuando armó un cubo rompecabezas en poco tiempo. Este incidente sirvió para que fuera tomado en cuenta para un periodo de prueba de 6 meses. Chris dudó, eran 6 meses sin pago y sin una promesa racional de trabajo ya que de 20 preseleccionados solo uno obtenía el puesto. Al final se convenció y emprendió esta carrera hacia la felicidad.
Sin tener a veces ni donde dormir, Chris sacaba fuerzas de flaqueza y encontraba motivación en la sonrisa de su hijo para hacer frente a los continuos obstáculos. La película nos va sumergiendo de a poco en las vicisitudes y esperanzas del personaje. Rescato dos escenas que me encantaron, una cuando, junto a su hijo, duerme en un baño público y el momento cuando los ejecutivos de la empresa le dan a conocer su decisión.
Cuando vi esta película en Diciembre del año pasado, dije para mi mismo, si en mi estuviera, le doy el Oscar ahora mismo a Will Smith. No soy crítico de cine ni mucho menos, sé muy poco de las técnicas del séptimo arte, pero soy cinéfilo empedernido y me gusta emitir un comentario de las películas que veo, y ésta me fascinó. Al final no estuve tan equivocado, la semana pasada fue oficial la nominación de Will Smith para el Oscar por este personaje dándome así el gustito ese que se siente cuando en tu interior piensas “yo ya lo había dicho” jeje.
Si te gusta el cine creo que deberías ver esta película, y si no te gusta también, es muy inspiradora y podría dejarte una gran lección y quizá hasta te ayude un poco con tu propia “búsqueda de la felicidad”. Por cierto felicidad no se escribe Happyness sino Happiness, para saber por qué entonces el título de la película es “The pursuit of happyness” tendrás que verla.
EL DATO:
Will Smith actúa con su propio hijo en ésta película, y es la primera vez, lo cual la hace más interesante.
¿Qué harías si un día te encuentras sin dinero, sin departamento, y tu única esperanza es vender unos aparatos médicos que los hospitales no quieren comprar porque los consideran un lujo costoso e inútil? Esta era la situación de Christopher Gardner con un agravante más: él no estaba solo, tenía a su hijo a cargo.
“The pursuit of happyness” es un film basado en una historia real, la historia de Christopher Gardner, un hombre que nunca se dio por vencido a pesar de las circunstancias desfavorables que pesaban en su contra. Un día notó el éxito que se podía llegar a tener como corredor de bolsa y se creyó capaz de alcanzarlo a pesar de no tener preparación académica y a pesar de que su entorno no era el mejor, su esposa lo había abandonado, había perdido su auto por las continuas multas de tránsito, y el dinero no le alcanzaba.
Bueno para las matemáticas desde niño, Chris encontró la manera de asombrar a un ejecutivo de una gran empresa financiera de una forma intrépida y un tanto casual, cuando armó un cubo rompecabezas en poco tiempo. Este incidente sirvió para que fuera tomado en cuenta para un periodo de prueba de 6 meses. Chris dudó, eran 6 meses sin pago y sin una promesa racional de trabajo ya que de 20 preseleccionados solo uno obtenía el puesto. Al final se convenció y emprendió esta carrera hacia la felicidad.
Sin tener a veces ni donde dormir, Chris sacaba fuerzas de flaqueza y encontraba motivación en la sonrisa de su hijo para hacer frente a los continuos obstáculos. La película nos va sumergiendo de a poco en las vicisitudes y esperanzas del personaje. Rescato dos escenas que me encantaron, una cuando, junto a su hijo, duerme en un baño público y el momento cuando los ejecutivos de la empresa le dan a conocer su decisión.
Cuando vi esta película en Diciembre del año pasado, dije para mi mismo, si en mi estuviera, le doy el Oscar ahora mismo a Will Smith. No soy crítico de cine ni mucho menos, sé muy poco de las técnicas del séptimo arte, pero soy cinéfilo empedernido y me gusta emitir un comentario de las películas que veo, y ésta me fascinó. Al final no estuve tan equivocado, la semana pasada fue oficial la nominación de Will Smith para el Oscar por este personaje dándome así el gustito ese que se siente cuando en tu interior piensas “yo ya lo había dicho” jeje.
Si te gusta el cine creo que deberías ver esta película, y si no te gusta también, es muy inspiradora y podría dejarte una gran lección y quizá hasta te ayude un poco con tu propia “búsqueda de la felicidad”. Por cierto felicidad no se escribe Happyness sino Happiness, para saber por qué entonces el título de la película es “The pursuit of happyness” tendrás que verla.
EL DATO:
Will Smith actúa con su propio hijo en ésta película, y es la primera vez, lo cual la hace más interesante.